No hace falta ser Michael Phelps para triunfar

No hace falta ser Michael Phelps para triunfar. Aunque la mayoría de las personas que triunfan comparten ciertos rasgos, no son rasgos sobrehumanos. Puedes identificar y desarrollar estos rasgos si realmente quieres tener éxito. Con trabajo duro y determinación, puedes convertirte en uno de los superéxitos... como Michael Phelps.

El tamaño de tu éxito se mide por la fuerza de tu deseo, el tamaño de tu sueño y cómo manejas la decepción en el camino.

En tu camino hacia la consecución de tus objetivos, siempre tendrás que enfrentarte a retos, e incluso a reveses, de vez en cuando. Todas las personas de éxito se enfrentan a dificultades en el camino. Sin embargo, es importante recordar que quienes tienen el impulso de triunfar no se detendrán ante nada hasta alcanzar el éxito.

He aquí los cinco principales rasgos del superéxito, junto con consejos para ayudarle a adquirirlos:

1. Creer firmemente en ti mismo y en lo que haces.

Pon todo tu corazón en tus esfuerzos y cree de verdad que puedes tener éxito en lo que te propongas. Si te encuentras con un obstáculo en el camino, encuentra algo positivo que puedas aprender de la situación y utilízalo para seguir avanzando. Si es necesario, desarrolla un nuevo plan para superar el reto.

Piensa positivamente sobre ti mismo en todos los aspectos de tu vida. Para evitar ser demasiado crítico, ten en cuenta que nadie es perfecto y acepta que cometerás errores como cualquier otro ser humano. Como valiosas experiencias de aprendizaje, los errores en realidad pueden beneficiarte.

2. Ser organizado y tener planes claros.

Las personas de éxito son organizadas. Saben lo que quieren y cómo van a conseguirlo. Desarrollan objetivos claros con pasos de acción específicos para alcanzarlos. Además, saben en todo momento en qué punto del camino hacia el éxito se encuentran.

Puedes desarrollar esta habilidad empezando por tu capacidad organizativa general. Empieza por organizar tu escritorio. A continuación, organice sus notas. A continuación, planifica tu éxito estableciendo objetivos claros.

¿Qué quiere? ¿Cómo vas a conseguirlo? Elabora un plan detallado de pasos de acción alcanzables que te lleven hasta la consecución de tu objetivo. A continuación, sigue tu plan. Es tu mapa hacia el éxito.

3. Perseverancia.

A veces la diferencia entre el éxito y el fracaso es pura perseverancia. Habrá momentos en los que te enfrentes a retos difíciles. Puede que incluso tengas ganas de rendirte. Sin embargo, es importante encontrar la fuerza dentro de ti para salir adelante, incluso en esos momentos difíciles.

Para desarrollar la perseverancia, reflexiona sobre cómo afrontas normalmente los conflictos en la vida. ¿Te rindes fácilmente cuando te enfrentas a un reto? Piensa en las veces que te has rendido. ¿Qué podrías haber hecho de forma diferente para animarte a seguir adelante?

Tras reflexionar sobre tu modo habitual de actuar, empieza a cambiar tu forma de pensar sobre los retos. En lugar de lamentarte por el reto, busca la forma de superarlo para poder completar tu tarea. Hazlo cada día, incluso con los retos más pequeños, y pronto te verás perseverando con facilidad ante retos mayores.

4. La motivación para seguir aprendiendo y alcanzando logros.

Las personas de éxito se dan cuenta de que siempre son estudiantes. Puede que dominen un determinado tema, pero siempre hay algo nuevo que pueden desarrollar o aprender. Una vez que alcanzan un objetivo, utilizan sus conocimientos actuales para aprender algo más que les aporte aún más éxito.

Está bien tomarse un respiro para disfrutar del éxito una vez alcanzado un objetivo, pero pregúntate siempre qué es lo siguiente. Siempre hay una forma de ampliar tu éxito.

5. Sin miedo al fracaso.

Los grandes triunfadores no pierden el tiempo preocupándose por el fracaso. Saben que todo el mundo debe asumir ciertos riesgos si quiere alcanzar el éxito y que algunas ideas pueden no funcionar. Sólo fracasas si te rindes o decides no intentarlo. Si sigues intentándolo, no has fracasado.

Al igual que ocurre con los demás rasgos, para superar el miedo al fracaso hay que empezar poco a poco. Empieza asumiendo algunos riesgos menores. ¿Ves cómo la mayoría salen bien cuando esperas lo mejor y buscas soluciones a los retos? Cuantas más ideas pruebes, más éxitos tendrás, y te sentirás seguro de seguir adelante sin miedo.

Para alcanzar la vida de los superéxitos, lo más importante que hay que recordar es dar siempre el máximo. Adopta estos rasgos de éxito como tuyos y pronto descubrirás que nada puede impedirte alcanzar tus metas.