No hace falta ser Michael Phelps para tener una actitud ganadora

No hace falta ser Michael Phelps para tener una actitud ganadora. Ni siquiera tienes que tener un historial ganador para tener una actitud ganadora.

No juzgues cada día por la cosecha que recoges, sino por las semillas que plantas

Esta es la verdad: tu actitud puede hacerte ganar o perder.

Es prácticamente indiscutible que tu actitud determina lo lejos que llegarás en la vida, y una perspectiva mental positiva puede ayudarte a alcanzar un éxito óptimo.

Tener una actitud mental positiva te ayuda a afrontar los retos. Cuando te ponen a prueba, es más probable que encuentres tu fuerza interior para superar la adversidad, y esa fuerza puede ser tu actitud ganadora. Tengas o no herramientas, habilidades, conocimientos o recursos, tu actitud puede ayudarte a superar los momentos difíciles y salir victorioso.

Por otra parte, una actitud cargada de connotaciones negativas lo hace todo mucho más difícil. No puedes ganar si vas a la competición dispuesto a perder. Si esperas hacerlo bien, tu actitud creará pensamientos positivos y ganadores que te ayudarán a triunfar.

Causa y efecto

Es importante darse cuenta de que para cada efecto en nuestras vidas, hay una causa específica. A través de pensamientos positivos, podemos controlar estas causas y cambiar los efectos o resultados.

Para cambiar tu futuro a mejor, primero debes modificar tus pensamientos en el presente.

Por cada semilla positiva que plantes, tus pensamientos crecerán y te recompensarán con una cosecha positiva. Las semillas negativas tienen el efecto contrario. Crecerán, pero darán como resultado una cosecha estropeada e infructuosa. No puedes plantar semillas negativas en tu mente y esperar resultados positivos. Simplemente no funciona así.

Una diferencia clara y definitoria entre las personas que tienen éxito y las que no lo tienen es su forma de pensar. Las personas de éxito visualizan sus objetivos y actúan para hacerlos realidad.

Las personas que no tienen éxito se centran en lo negativo, gastan su tiempo y energía quejándose y preocupándose por cosas sin importancia. Esta negatividad les hace perder tiempo y energía que podrían dedicar a conseguir sus objetivos.

La práctica hace al maestro

Si perfeccionas tus habilidades de pensamiento positivo y desarrollas las actitudes mentales de un ganador, serás capaz de superar los retos sin rendirte. Por muy desalentadoras que se pongan las cosas o por mucho que otros intenten disuadirte, con tu actitud ganadora, ¡serás imparable!

Una perspectiva positiva te permite centrarte en tus objetivos con una visión de túnel que elimina las distracciones negativas y te mantiene en el rumbo marcado hacia el éxito.

Entrena tu mente para centrarte en lo bueno. Desarrolla un mantra o afirmación positiva que te ayude a pasar por alto lo negativo y a darte cuenta del poder del optimismo.

Entrena tu mente

A menudo nos preocupamos por nuestra forma física, pero ¿pensamos mucho en la forma de nuestra mente? Al igual que entrenamos nuestro cuerpo para rendir al máximo, también debemos entrenar nuestra mente para tener pensamientos ganadores.

Una forma eficaz de entrenar la mente es ver los retos como oportunidades en lugar de como obstáculos. Un problema sólo es un problema si permites que lo sea. Cada reto supone una oportunidad de aprender y mejorar. Si buscas soluciones, las encontrarás.

Cuando interiorices esta mentalidad, seguro que desarrollarás una actitud ganadora para toda la vida y cosecharás las recompensas del verdadero éxito y la felicidad.