Tienes programada una sesión de natación y todo tu equipo está listo. Sin embargo, te cuesta animarte para el entrenamiento.
La natación es un gran ejercicio para todo el cuerpo. Pero todo el mundo ha tenido problemas con la motivación en algún momento, tanto si eres nuevo en la natación como si eres un atleta de competición. El agua está demasiado fría, no tienes tiempo suficiente, estás cansado, la piscina está demasiado lejos...
Este diálogo interno puede dificultar el seguimiento de tu plan para llegar a la piscina y priorizar tus objetivos.
Pero no tienes por qué dejar que los obstáculos, ni siquiera la motivación menguante, te impidan hacer lo que te gusta. Desde los beneficios para la salud hasta las recompensas externas, estos recordatorios de por qué deberías nadar te harán salir de casa y meterte en el agua.
Factores que afectan a la motivación
La persona que dijo que lo más difícil es empezar puede que no fuera alguien que intenta seguir un programa de ejercicios o un plan de entrenamiento. No nos malinterpretes: es intimidante empezar algo nuevo. Pero hay mucha emoción en el comienzo de un programa de ejercicios.
Según Human Kinetics, aproximadamente el 50% de las personas que inician un programa de ejercicio lo abandonan en los seis primeros meses.
"Estas personas tenían motivación para participar en el ejercicio, pero carecían de motivación para cumplirlo, el componente de persistencia de la motivación", afirma el informe.
Existen innumerables factores que afectan a tu motivación para nadar o realizar otro tipo de ejercicio, y puede que no sean los que piensas. Los factores situacionales, como el tiempo o la hora, pueden influir en tu decisión de hacer ejercicio. Pero hay otras cosas que pesan en tu decisión. La confianza en uno mismo y la personalidad también pueden influir en la motivación para hacer ejercicio.
Por ejemplo, las personas sociables y extrovertidas tienden a seguir mejor los programas de ejercicio que las introvertidas.
Pero tanto si te gusta nadar en solitario como con un grupo, la clave para mantener la motivación es fijarse objetivos.
"Los objetivos también son beneficiosos porque reflejan mejoras", según el informe de Human Kinetics. "Con demasiada frecuencia, la gente hace comparaciones a corto plazo con respecto a su fuerza, forma física, flexibilidad o peso. Dado que los efectos positivos del ejercicio tardan tiempo en manifestarse, las mejoras que se producen no suelen notarse cuando la gente utiliza un plazo corto para la comparación. Si se alcanza un objetivo, existen pruebas de la mejora".
5 formas de motivar a los nadadores
Para los nadadores, la motivación para meterse en el agua puede ser un gran acontecimiento o el deseo de alcanzar una marca personal. Para otros, puede ser mejorar la salud y la forma física en general. Y otros nadan para perder peso.
La natación es una forma muy eficaz de ponerse en forma y mantenerse en forma. Es una forma de ejercicio de bajo impacto, ya que la flotabilidad del agua reduce la tensión en las articulaciones. La natación es también un ejercicio para todo el cuerpo que fortalece y tonifica los músculos al tiempo que mejora la condición cardiovascular.
Sin embargo, la motivación para nadar no es algo que aparezca sin más. Es algo que hay que trabajar.
Pero, ¿cómo trabajar esa motivación para nadar? Estos consejos te animarán a ponerte el bañador.
Recuerda que nadar es divertido
Empezaste a nadar por una razón. Puede que te metieras en el agua porque tus amigos estaban en un equipo o porque te encantaba la sensación de nadar en un caluroso día de verano. La natación es una actividad que decidiste continuar porque te produce alegría y satisfacción. Y, seamos sinceros: nadar es mucho mejor que sudar en la elíptica.
Si te cuesta motivarte para nadar, céntrate en los aspectos de la natación que más te gustan. Nadar puede ser una forma de meditación en movimiento que te aporta paz. La flotabilidad del agua puede hacerte sentir física y mentalmente más ligero. O puede que simplemente disfrutes chapoteando como si fueras un niño.
Deje de estresarse y relájese en el agua
Uno de los obstáculos para nadar puede ser tu horario. No tienes tiempo para una sesión de 30 minutos. Sin embargo, nadar puede ser justo lo que necesitas para aliviar el estrés. Según una encuesta de Speedo, el 74% de las personas afirma que la natación ayuda a liberar el estrés y la tensión. Más de dos tercios de los encuestados afirman que la natación puede tener un impacto mental positivo. El setenta por ciento de las personas declararon a Speed que les ayuda a sentirse mentalmente renovados.
Cualquier tipo de ejercicio puede ayudar a reducir el estrés. Sin embargo, se sabe que el agua tiene un efecto calmante. Piénselo: ¿Cuándo fue la última vez que se estresó mientras flotaba en el agua?
Crear un espacio para nadar
Cuando se trata de seguir un plan de ejercicios, lo más importante es tener la mentalidad adecuada.
Pero, ¿cómo se llega a ese estado de ánimo?
Crear un espacio sólo para ti y la natación no sólo puede hacer que meterse en el agua resulte cómodo, sino también más divertido.
Con un Swim Spa Michael Phelps Signature, podrá nadar en la comodidad y privacidad de su propio jardín. La corriente de agua ajustable es ideal para nadar en el lugar, y el sistema de filtración mineral se asegura de que el agua esté siempre limpia y clara. Además, con el calentador integrado y el aislamiento de bajo consumo, podrá nadar durante todo el año.
Sube la energía
Una de las últimas cosas que uno quiere hacer cuando está cansado es ejercicio. Sin embargo, el ejercicio regular puede darte la energía que necesitas para seguir un programa de entrenamiento.
¿Por qué el ejercicio te da más energía?
La natación y otros ejercicios provocan un cambio celular en el organismo. Según Havard Health, cuando te esfuerzas, tu cuerpo produce más mitocondrias. Estas poderosas células generan combustible a partir de tu cuerpo, creando más energía disponible.
Nadar tres veces por semana durante 30 minutos en cada sesión puede aumentar tus niveles de energía.
Dese una recompensa
Hay dos tipos de motivación: intrínseca y extrínseca. La motivación intrínseca es el impulso interior que te impulsa a hacer algo, ya sea nadar o abordar un proyecto en el trabajo. La motivación extrínseca es algo tangible, como un dulce o una nueva ropa de entrenamiento.
Una recompensa extrínseca crea una asociación positiva en el cerebro. Nadar se convierte en una actividad que merece la pena porque hay una recompensa positiva al final. Cuando el cerebro considera que la actividad merece la pena, es más probable que se convierta en un hábito.
Relájese en un flotador o aproveche los chorros de hidroterapia del spa. Al igual que en un jacuzzi, puede disfrutar de un masaje personalizado en un spa de natación Michael Phelps. El masaje no sólo le sentará bien a sus músculos doloridos y cansados, sino que le parecerá un capricho indulgente.
Otras recompensas pueden ser un nuevo bañador, una pedicura o su café favorito.
Cómo comprar un spa
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