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Seguridad infantil en el agua: Introduzca a su bebé en el agua con confianza

A menudo se advierte a los padres primerizos de los peligros de dejar a un bebé solo en la bañera. Pero, ¿qué hay de la seguridad en el agua más allá de la hora del baño: en las vacaciones familiares, en el lago o incluso en el jardín de casa?

Para las familias a las que les encanta pasar tiempo en el agua, la seguridad no termina con la hora del baño. Aunque la mayoría de las orientaciones se centran en la supervisión de la bañera y los asientos de baño, muchos padres también quieren disfrutar de la piscina o el spa en familia.

Ya sea chapoteando suavemente en la zona de asiento poco profunda o simplemente ayudando a tu bebé a acostumbrarse a la sensación del agua, estos primeros momentos desempeñan un papel importante en la creación de una conexión positiva con la natación que puede durar toda la vida.

Un Swim Spa Michael Phelps Signature ofrece un entorno seguro y tranquilo para comenzar ese viaje. Con un control total sobre la temperatura y la calidad del agua, puedes estar cerca, estar presente y disfrutar de tus primeros baños con tranquilidad.

¿Cuándo pueden bañarse los bebés?

Introducir a tu bebé en el agua puede parecerte algo natural si eres nadador o simplemente te encanta el agua. Pero la mayoría de los pediatras recomiendan esperar hasta que el bebé tenga unos 6 meses antes de meterlo en una piscina.

A esta edad, los bebés suelen controlar mejor la cabeza y el cuello, lo que es fundamental para mantenerse seguros y apoyados en el agua. También son más capaces de regular su temperatura corporal, lo que reduce el riesgo de enfriamiento durante el baño.

Otro factor importante es el desarrollo de su sistema inmunitario. Esperar hasta alrededor de los 6 meses permite a los bebés desarrollar una mayor resistencia a los gérmenes y bacterias comunes que pueden estar presentes en el agua de la piscina, incluso cuando ésta está bien mantenida.

Si quieres empezar antes, habla con tu pediatra. Cada bebé crece a su propio ritmo, y tu médico puede orientarte sobre lo que es seguro para tu pequeño.

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Cómo introducir al bebé en el agua de forma segura

Los bebés no nacen nadadores, pero son curiosos por naturaleza. Como padre o cuidador, tu trabajo es hacer que las experiencias acuáticas les resulten seguras y reconfortantes.

Aquí tienes algunos consejos para ayudar a tu bebé a entrar con facilidad en el agua:

Empiece despacio: las primeras sesiones deben ser breves y sencillas. Es importante centrarse en la comodidad más que en las habilidades.

Mantente cerca: Tener al bebé cerca proporciona seguridad. El contacto piel con piel en el agua también puede calmarle.

Vigila la temperatura: Procura que la temperatura oscile entre 85 y 87 grados Fahrenheit, que es la ideal para los bebés.

Mantén su cabeza fuera del agua: Evita sumergir la cabeza de tu bebé para mantenerlo a salvo.

Prescinde de los flotadores: Las alas acuáticas o los saltadores de charcos pueden dar una falsa sensación de seguridad y dificultar el movimiento natural.

Déjales explorar: Ayúdales a flotar, moverse y chapotear a su propio ritmo con tus manos.

Si tu bebé parece inseguro o se pone nervioso, es perfectamente normal. Mantén la calma y vuelve a intentarlo otro día. Acostumbrarse al agua es un proceso gradual.

La seguridad de los bebés en el agua empieza por usted

Por muy tranquilo o controlado que sea el entorno acuático, nada sustituye a la supervisión constante de un adulto. Según los CDC, el ahogamiento sigue siendo la principal causa de muerte accidental en niños de 1 a 4 años.

La Fundación Michael Phelps enseña a las familias el "ABC de la seguridad en el agua", una forma sencilla pero eficaz de pensar en la prevención de los ahogamientos, sobre todo a medida que el niño crece y empieza a explorar de forma más independiente.

La A corresponde a la supervisión de un adulto.

Los niños pequeños nunca deben estar cerca del agua sin un adulto. Incluso las aguas poco profundas pueden ser peligrosas si nadie las vigila. Eso significa mantenerse al alcance de la mano, especialmente con los bebés, y alejar los teléfonos y las distracciones.

Si estás en una reunión o en una fiesta en la piscina, asigna un "vigilante del agua", alguien que sepa que su único trabajo en ese momento es vigilar a los niños en el agua.

B de barreras.

En casa, asegúrate de que el spa o la piscina estén siempre cubiertos y cerrados con llave cuando no se utilicen. Los spas de natación Michael Phelps tienen cubiertas con cerradura que dificultan que los niños abran el spa. Para una mayor protección, puedes alejar los escalones del spa o instalar vallas con puertas de cierre y bloqueo automáticos.

Y no olvides retirar los juguetes o flotadores después del baño. Pueden tentar a un niño curioso a meter la mano o trepar de nuevo al agua sin supervisión.

C es para las clases.

Cuando tu bebé esté preparado, busca clases de natación adecuadas a su edad que hagan hincapié en la comodidad en el agua y la conciencia corporal, no sólo en "cómo nadar". El objetivo es que tu hijo se sienta equilibrado, seguro y confiado en el agua. También es buena idea que los padres repasen sus conocimientos de natación y aprendan reanimación cardiopulmonar. En caso de emergencia, esos minutos importan.

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¿Qué edad es adecuada para las clases de natación?

Las clases de natación para bebés no consisten en aprender brazadas o a nadar por sí solos. En su lugar, se centran en los aspectos básicos: comodidad en el agua, movimientos suaves y habilidades tempranas de seguridad.

La mayoría de los programas infantiles comienzan en torno a los 6 meses, cuando los bebés son más capaces de controlar la cabeza y el cuerpo. Estas primeras lecciones suelen incluir:

  • Ayudar al bebé a sentirse flotante y a moverse con naturalidad en el agua.
  • Fomentar la confianza a través de experiencias positivas y prácticas.
  • Practicar hábitos como el control de la respiración y el giro con apoyo.
  • Introducir al bebé en el agua de forma estructurada puede reducir el miedo, fomentar la seguridad y sentar las bases para que más adelante se sienta seguro nadando. Las habilidades básicas como flotar y girar -aunque se enseñan con ayuda- también pueden ser importantes en caso de emergencia.

Si tienes un centro de natación en casa, puedes incluso programar clases particulares con un instructor. Este entorno individual puede ayudar a tu bebé a concentrarse, mantener la calma y disfrutar de la experiencia sin distracciones.

Una base para la confianza en el agua

El agua puede ser una parte alegre y vinculante de la vida de tu familia, pero también merece toda tu atención. Con el enfoque adecuado, puedes ayudar a tu bebé a sentirse seguro y apoyado desde su primer chapuzón.

Al introducirlos en el agua en un Swim Spa Michael Phelps Signature, está creando un espacio donde la seguridad y la conexión son lo primero. Con la química del agua controlada, características personalizables, y un entorno privado para la supervisión o lecciones, un spa de natación en casa es una opción inteligente y de fomento de la confianza para las familias en crecimiento.

Póngase en contacto con su distribuidor local de Master Spas para obtener más información sobre la propiedad de spas de natación. ¿Se pregunta cuánto cuesta un spa de natación Michael Phelps? Puede solicitar un presupuesto aquí.